Antonio Martín Cepero en su poemario EN PRENDA DE LA VIDA MÍA refleja su discurrir emocional tras la muerte de sus seres más queridos. El autor en sus poemas busca dar cabida a la esperanza tras la pérdida «Cuando te reencuentre volveré a ser tu sombra ». Intenta embridar la crueldad de la muerte «Configuraré un mundo nuevo entre las sombras. Dejaré que las horas transcurran lentas como los años» y espera que «los años abrirán la puerta que la vida cerró». Halla en los recuerdos el sosiego que dulcifica la ausencia y mitiga el dolor. Retoma la vida que se le escapa entre los dedos como la fina arena y nos confiesa «anhelo la quietud del olvido» y nos propone «insolente desharé el rumor que agranda el vacío». No huye, desea permanecer en los mismos lugares esperando el imposible reencuentro. Deja que lo imposible se funda con el mundo real y cruza la fina línea que separa la realidad de la irrealidad «me encaminé hacia donde los sueños duermen su imposibilidad». El espíritu de la poesía de Antonio Martín Cepero es como la fina lluvia nos impregna de su sensibilidad siempre a flor de piel y crea una complicidad con el lector al hacerle participe de sus sentimientos más ocultos. Es una poesía sin dobleces que surge del dolor y busca en el silencio la fuerza para resistir los embates de una vida que se empeña en hacerle ver que sólo desde la quietud podrá rehacer su desvencijado interior. Afirma que «El alma nos ofrece la serenidad de la certeza ante la incertidumbre que acompaña a la duda».