Pablo ha perdido la oportunidad de revivir su fantástica aventura en Loverot. Todo queda lejano y confuso, más bien fruto de un sueño surgido tras haber estado en coma. Pero hay algunos indicios de que todo fue real y no tarda demasiado en comprobar que así es, reuniéndose con su querida Maya y volviendo a la ciudad que le dio el poder.