A pesar de haber abandonado hace algún tiempo la brigada de Homicidios, la detective Cassi Maddox recibe una llamada para acudir a la escena de un crimen en un bosque no lejos de Dublín. La razón para llamarla a ella es simple pero sorprendente: Cassie y la joven asesinada, Alexandra Madison, son prácticamente como dos gotas de agua. Ante la ausencia de pistas, el asombroso parecido entre Cassie y la fallecida será la base de un plan para intentar descubrir el asesino. La policia desmentirá la muerte de Lexie Madison para que Cassie pueda suplantarla e irse a vivir a Whitethorn House, la mansión que fue el antiguo hogar de Lexie y que compartía con cuatro estudiantes universitarios, considerados los principales sospechosos del crimen. Cassie es consciente del peligro que corre al relacionarse con un asesino sin conocer su identidad, pero, a pesar de estar en guardia, no tardará en verse arrastrada por el misterio de saber quién era realmente Lexie y penetrar en su mundo.