El escritor francés Jacques Serguine reivindica el azote como uno de los gestos derivados del amor, en un contexto de mutuo consentimiento. A partir de sus vivencias personales, y mientras explica paso por paso cómo realiza él mismo esta práctica, el autor elabora y desarrolla sus teorías para demostrar en propia piel el placer y el acercamiento que procura entre quienes lo practican. Así pues, no es un libro sobre el sadismo ni el masoquismo, sino un breve y meditado estudio que aborda con gran naturalidad una fantasía erótica que pocos se atreven a poner en práctica.