Elisa Taboada consigue convertir en arte lo cotidiano. Con un estilo inconfundible que entreteje una invisible línea entre la prosa y el verso, nos sorprende con una irónica perspectiva de la vida que, a menudo , se convierte en hiriente sarcasmo. Escritos llenos de sensualidad y erotismo pero que en ningún momento olvidan la reivindicación de todo aquello que nos ayuda a alcanzar la plenitud como personas.