El Hobbit es la primera obra de Tolkien en la que explora el mundo mitológico que le haría famoso. El estilo directo y lineal, con alusiones (que el autor deploró más tarde) a un público infantil, no impide la poderosa irrupción de los grandes temas tolkienianos (el poder, la codicia, la guerra, la muerte, el paso del tiempo...) que reaparecerán en una dimensión a menudo obviamente épica en El Señor de los Anillos.
Joseph Pearce, reconocido especialista en la obra de Tolkien, investiga en este libro los significados profundos de la aventura de Bilbo, que en una lectura superficial pueden pasar inadvertidos. Además de una fascinante historia de audacia y heroísmo, se trata en el fondo de un viaje de crecimiento interior, un aprendizaje del valor del sacrificio por los demás y un descubrimiento de la acción de la providencia en la vida de cada hombre (o hobbit, enano o elfo...).
Para llegar a la verdadera intención del autor, es necesario trascender el significado literal de la obra y llegar a su nivel más profundo, pues solo así puede disfrutarse de toda su fuerza creativa.