El asco está considerado como una emoción peculiarmente humana. ¿Pero en qué consiste el que algo sea asqueroso? ¿Qué es lo que agrupa a ciertas cosas en tanto que desencadenantes de una emoción de asco? Colin McGinn pretende analizar lo que hay en el fondo del asco, argumentando que la vida y la muerte están implícitas en su significado. El asco es un tipo de emoción filosófica que refleja la actitud humana hacia el mundo biológico. Incluso aunque sea una emoción que nos esforzamos por reprimir. Inicialmente surge, con toda probabilidad, como un método para refrenar el insaciable deseo humano, que, a su vez, es el resultado de nuestra poderosa imaginación. Al sentir asco hacia nosotros mismos como especie, nos situamos ante un tenso dilema emocional: nos admiramos por nuestros logros, pero también experimentamos un sentimiento de repulsión hacia nuestra necesaria naturaleza orgánica. Somos presa de una división en nuestros afectos.