García Leal, después de examinar todas las propuestas de solución del problema, expone la suya propia, basada en el principio de independencia de la incertidumbre del entorno, es decir, en la necesidad de adaptarse a un entorno impredecible. Además plantea otro problema evolutivo: la existencia de sexos diferenciados. En principio, nada impide que las especies sexuales estén constituidas por hermafroditas, pero en el mundo vivo el hermafroditismo es la excepción. La existencia de sexos, y en particular de dos sexos, es tan enigmática como el sexo mismo. ¿Por qué hay machos y hembras? Sobre esta y otras muchas cuestiones arroja luz El sexo de las lagartijas.