Esos tres elementos se ponen al servicio de una creativa forma de asomarse a la realidad, y de la conjunción de todo ello, por la virtud transformadora del arte, los vocablos, los hechos y realidades cotidianos se nos presentan llenos de matices inéditos, de facetas insospechadas.
Yo sugiero al lector que se asome, por ejemplo, a dos tópicos que parecen tan triviales: ´La palma de la mano´ (pág. 71) o ´Los botones´ (pág. 95).
Después de leer tan breves líneas esas dos realidades han cambiado su ser.
A veces la autora eleva su mirada a temas de más peso, con análisis de sutil penetraci ó n, como ocurre en ´El niño y el anciano ´.
´El anciano, desde el poniente, lanza hacia atrás la sombra alargada de su vida, que se superpone a la que el niño, desde el levante, proyecta hacia adelante. Ambas son alargadas, pues las sombras que proyectan la salida y la puesta del sol son semejantes; tan sólo difieren en la orientación. Se entrecruzan, la una pálida, como la de algo evanescente a punto de esfumarse, la otra plena, como la de algo potencialmente vasto y poderoso. La sombra vieja puede servir de descanso efímero para la joven, en tanto dura la convergencia; la joven puede llegar a adquirir el valor de una protección total para la vieja, tan necesitada de cobijo´.
En fin, bajo el aire de una cierta ligereza se esconde un pensar profundo, un libro que nos abre los ojos a visiones nuevas de lo siempre visto y nos deja meditabundos y perplejos.
1. PALABRAS.
2. EDADES.
3. LA CASA.
4. EL CUERPO.
5. VESTIDO.
6. ANIMALES.
7. ACCIONES.
8. MENSAJES.
9. PERSPECTIVA.
10. TRAYECTORIAS.183