«Estos fragmentos de Laura seducirán a los fans de Nabokov, que encontrarán los temas eternos y las obsesiones del autor» (Michiko Kakutani, The New York Times); «Una obra maestra inacabada que ha permanecido en la cámara acorazada de un banco suizo durante más de tres décadas» (Chris Green, The Independent); «Un documento fascinante» (W. Skidelsky, The Observer).