Argumento de El Lugar Ausente
En los poemas de El lugar ausente alienta la presencia de un mundo desvanecido que, vivo apenas en los pliegues de la memoria, parece ocultar el pálpito de su ruina al tiempo que la imposibilidad de su resurrección. La persistencia de su brillo, sin embargo, se erige en protagonista de una indagación poética cuyo contrapunto es el de una mirada a veces distante y descrída, salvadora quizá del naufragio definitivo. La palabra se revela aquí como el único instrumento posible de aproximación al conocimiento de la realidad, aunque también como un pesado lastre que podría acabar por sumirnos para siempre y sin remedio en la desdicha de los espejismos. Estructurado en seis partes, la lectura del conjunto nos acerca al lugar de origen, incontaminado por invisible, aquél que resulta ser el reino mítico al que tratamos de regresar en un eterno viaje circular, el centro mismo de cuanto en verdad nos importa, un Thule perdida y quizá ya inexistente: Este es el lugar del cuerpo, se nos dice, y este el cuerpo sin lugar ni noche en que tenderse. La única y aunténtica constatación, al fin de nuesrto desamparo.0