Argumento de Exotarium Ii: Cuerpo Inseguro
El poeta medita sobre la extrañeza del mundo en la extrañeza del canto, es decir, desde una perspectiva que es ya una superación de aquella -si no, no cantaría- pero que acoge en su estupor las vivencias de la vida alienada para purificarlas en el dolor.
Dado que desde su punto de vista la enajenación actual es producto del falso o diferido enfrentamiento del hombre con su verdadero -posible- ser, de la huída ante sus posibilidades de autocreación, que sólo pueden manifestarse como verdaderas en la aceptación de sus límites, de su condición humana, de su efimeridad, etc, el poeta recuerda a su yo complementario todas esas posibles idealidades de salvación que son a su vez trasuntos de vivencias verdaderamente humanas, iluminaciones que dentro de la alienación el hombre suele vivir a veces, cuando se olvida -por el sufrimiento o por azar- de sus falsos sioses, y que recoge -producen- el canto.1