Argumento de El Hombre que Quiso Matarme
El puerto de Mitsuse, en el sur de Japón, había estado siempre envuelto en historias de fantasmas. En 2002, una mañana de invierno, aparece estrangulada Yoshino Ishibashi. La policía de Nagasaki detiene enseguida a Yuichi Shimizu por asesinato en primer grado. El caso parece resuelto, pero el avance de la investigación sacará a la luz una perturbadora red de personajes en la que no es fácil distinguir entre víctimas y culpables. El sospechoso, un trabajador de la construcción al cuidado de los abuelos que lo criaron, vive obsesionado por los coches y por la empleada de un centro de masajes eróticos que frecuenta. La víctima, una joven agente comercial, mantiene una doble vida a través de páginas de contactos por internet. Y Mitsuyo, una mujer desesperada, prefi ere cerrar los ojos ante la certeza de que el amor de su vida puede convertirse en su propio asesino. Con el trasfondo de un espectral Japón de nuestros días, Yoshida construye una novela negra de altura que agarra por el cuello al lector y le hace asomarse a algunas de las zonas más oscuras de la sociedad contemporánea.1