La ventana de Casandra es la conversación entre Casandra y Apo a raíz de un acontecimiento intempestivo: mientras viajaban rumbo a Islamabad desde París, su avión se posa en Roma y las autoridades obligan a los pasajeros a una larga espera sin aparente justificación. Nuestros personajes, ambos vascos, se encontrarán así dentro del aparato, rodeados de musulmanes y sin poder levantarse de sus asientos ni salir del avión. Tratando de afrontar el agobio y las sospechas fruto de ese encierro, Casandra entablará con su compañero de viaje un diálogo con el que matar el tiempo, el miedo, el aburrimiento y la ansiedad. De este modo, relatando algunas de las películas que han visto y exponiéndose las sensaciones mutuamente experimentadas, ambos amigos acabarán filosofando.
Fito Rodríguez consigue demostrar que una conversación entre amigos también crea y se nutre de filosofía. Casandra y Apo se sirven sobre todo del cine para poner en tela de juicio el pensamiento occidental. Así, contándose el argumento de varias películas, reflexionan en torno a sus significados y, a partir de ahí, sacan a relucir otros temas, todos ellos relacionados con el modelo social dominante. Pero, el poner el tema del cine encima de la mesa conllevará inevitablemente el hablar, asimismo, de otros medios de expresión cultural, y muy particularmente de la Literatura.
Este es, pues, un libro para adquirir conciencia de la dimensión plural y mediatizada de nuestro conocimiento.