El furor y el delirio revela la cara oculta de la acción internacional del Estado cubano, que, protegido por el aura bien pensante de su particular interpretación del marxismo leninismo, no duda en violar todas las leyes propias y ajenas para llenar las arcas vacías de su política expansionista en África y América. Jorge Masetti cuenta en cierto modo la historia de la segunda fase de la guerrilla, después de la muerte del Che, con frentes de lucha por toda Latinoamérica. El desgaste económico de Cuba obligó a los líderes de esos agitadores a buscarse sus propios medios de subsistencia transgrediendo rápidamente la estrecha frontera entre operativos militares y delincuencia.