La presente obra inaugrua un nuevo campo de la historia de la pintura: el detalle, visto inopinadamente o poco a poco descubierto, indentificado, aislado, separado de su conjunto, pone en cuestión las categorías de la hsitoria del arte que parecen haber sido establecidas de antiguo. Estudiando detalles (moscas, gatos, pliegues,ombligos, hilos) de diferentes obras, desde el final de la edad Media hasta el último cuarto del siglo XIX, Daniel Arasse propone otra historia de la pintura: una historia cercana a las prácticas del pincel y de la mirada.