La contribución más importante de Poe a la historia de la literatura la constituyen los relatos cortos de todo género. Es de destacar en los mismos su factura equilibrada y el elevado nivel artístico. Dotado de una gran inteligencia y de una poderosa imaginación, Poe era maestro absoluto en el campo del misterio, así como en la recreación de atmósferas preñadas de efluvios malsanos y fantasmales, mientras que, en el terreno técnico, su dominio del tempo o ritmo narrativo no tenía igual. Julio Cortázar, gran admirador suyo, hacía hincapié en la gran parquedad o «economía de medios» de que hacía gala para lograr sus propósitos.
Para transmitir la sensación de inquietud y terror la acción transcurría en un solo lugar, en donde todos los detalles estaban subordinados al conjunto y cualquier detalle de poco interés sobraba. La sensación de horror la transmitió de manera directa y en una determinada longitud, la brevedad. En todos sus relatos la tortura, la desesperación, la depresión, los crímenes, las venganzas, la agonía, la locura, se muestran libres y desnudos como el terror y la muerte. Poe anticipó la narrativa de ciencia ficción.