Si en todos sus libros Alice Miller ha estudiado, desde diferentes puntos de vista, la negación del sufrimiento padecido en la infancia, en El cuerpo nunca miente describe las consecuencias que tiene para el cuerpo la disociación de las emociones intensas y auténticas. El libro aborda el conflicto causado entre lo que sentimos y lo que nuestro cuerpo ha registrado, y lo que desearíamos sentir para estar a la altura de las normas morales que hemos interiorizado. Esta regularidad psicobiológica es lo que la autora desvela en la primera parte del libro, a partir de las biografías de escritores como Schiller, Joyce, Proust, Virginia Woolf o Mishima. Las dos partes siguientes analizan las maneras de salir del círculo vicioso del autoengaño, para facilitar una liberación de los síntomas de las enfermedades con los que el cuerpo llama nuestra atención.