El destino de Bobby parece estar jodido desde que se volvió cojo. Sus padres se avergüenzan de él y lo envían a estudiar fuera. En el barco es abusado por la tripulación. Humillado, se propone nunca más ser la víctima y pasar a ser el victimario. Apasionado de las motos y las armas de fuego, incapaz de ser leal o de amar, vuelve a Lima dispuesto a vengar su suerte contrariada.
El loco Pancho es bruto, feo, sucio y tartamudo. Además, está poseído por una lujuria incontrolable. Cuando en una lejana hacienda parece enderezar su destino, la reforma agraria lo obliga a regresar a Lima. Incapaz de adaptarse a loas costumbres burguesas, se aficiona a la marihuana, se vuelve hippie, quemas sus documentos, abandona a su familia y huye a las montañas, buscando una paz que le resulta esquiva.
Éste es el relato brutal y vertiginoso de las vidas de dos jóvenes de la clase alta limeña, el cojo y el loco, víctimas de la crueldad y las vejaciones de sus padres, quienes los convierten en dos sujetos sin escrúpulos, dispuestos a dinamitar todo lo que encuentren en su camino. Su marginalidad proviene, en última instancia, del desajuste entre sus rasgos físicos la cojera, la tartamudez y los valores típicos de su clase, donde lo distinto es considerado deforme, anormal, y, por tanto, es ocultado como una infamia.