?Las leyes de Murphy no fueron enunciadas por Murphy, sino por otro que se llamaba igual?. Con esta insólita premisa, Isac emprende un apasionante viaje iniciático que le llevará a recorrer parajes insospechados y a conocer a gente de lo más extraña, todo ello con el único fin de darnos a conocer sin contrapartida alguna las verdaderas leyes de Murphy, no las que injustamente pasean su celebridad por autoescuelas y notarías, sino estas otras que ahora les ofertamos, menos afamadas pero igualmente meritorias. De su aventura sabemos muy poco, salvo que alquiló una canoa y que perdió varios dientes en uno de los envites, pero a cambio de esta generosa muestra de insensata temeridad gozamos de un acceso fácil y confortable a lo que él denomina con gran rotundidad pero sin mucho fundamento el Código Murphy, un minucioso compendio de las leyes más inapelables de la historia, que unos cuantos ocultaron al mundo por un extraño sentido del pudor y la discreción, una postura de lo más insolidaria, si se nos permite la observación. Isac las ha reunido todas, con grave riesgo de su vida, y las expone ahora en un lujoso tomo excelentemente encuadernado para general conocimiento y regocijo. También para compensar gastos habidos, pero eso lo vemos más difícil.