Estrenada en 1668, El avaro estaba destinada a convertirse en un clásico de la comedia y, la crítica de costumbres. Su autor, Jean Baptiste Poquelin (conocido universalmetne como Molière), fue, además de autor teatral, un excelente actor cómico que gustaba representar los personajes que él mismo creaba. Harpa´gon, arquetipo del egoísmo, puede ser leído también como una sátira sobre los excesos de una burguesía abocada al acopio de riquezas sin tener en cuenta la realidad social y muchas veces la felicidad de sus propios hijos. Acompaña a esta obra una pieza breve, casi perfecta y de una comicidad de valor universal: El médico a palos. Dos muestras del talento y del brillo escénico del inolvidable Molière.