Esta obra, concebida originalmente solo como algo anecdótico y de humor, se ha convertido para mí, y espero que para muchos de los que la lean, después de varias lecturas de revisión, en unas notas de ayuda personal para cultivar el buen humor, el cual es necesario en la convivencia ciudadana y en el mejoramiento físico y mental de quien lo practica.
La experiencia me indica que toda persona vive con frecuencia algún momento digno de ser conservado por su calidad humorística, pero lo ignora o le resta importancia. Creo que aquí hallará un buen método de cómo hacerlo.