Pocas novelas muestran con tal veracidad algo difícil de olvidar: el desgarrón que supuso para España la guerra civil. Frente al maniqueísmo de unos y otros, que se empeñan en manipular la historia a favor de sus ideologías políticas, José Luis Olaizola desgrana en esta novela una realidad incontestable: que no se corresponde con la condición humana compartimentar a buenos y malos según el bando al que pertenezcan. Sin embargo, el autor ha pretendido escribir una novela de amor y de aventuras con un fondo de guerra, muy adecuado para sublimar lo mejor que el ser humano encierra. El gran acierto del relato es precisamente la historia de amor de Elisa Dogherty con un joven idealista revolucionario, narrada por un picaro del siglo xx que está dispuesto a venderse al mejor postor, pero nunca a sus amigos. Porque en las guerras se cometen crímenes inconcebibles ?unos y otros? pero la gente sigue amando, riendo y disfrutando de la vida. José Luis Olaizola ha recuperado estas vivencias en tiempos de guerra con el humor al que nos tiene acostumbrados.