En este libro el autor, en un largo viaje no sólo geográfico, sino también espiritual, se asoma al continente asiático, recalando en la inmensidad de las islas Filipinas para contarnos historias de la buena gente por conseguir un mundo mejor. El relato culmina el 6 de octubre del 2002, en la ciudad de Roma, desde donde nos cuenta sucintamente un acontecimiento en la vida de la Iglesia católica: la canonización de Josemaría Escrivá de Balaguer. Todo ello con el sentido del humor que es habitual en José Luis Olaizola.