Así como en Nótulas Serra recogía las «chispas» de su propio pensamiento, en Efigies hace un amplio recorrido por los «despropósitos y cazurrerías» del pensamiento universal más heterodoxo. Elige entre los autores que pueblan su biblioteca y su vida a veintiséis autores que van desde Lao-Tsé y Chang-Tsé hasta Carlos Edmundo de Ory, pasando por Heráclito de Éfeso, Ramón Lull, William Blake, Jonathan Swift, G.K. Chesterton, Friedrich Nietzsche, José Bergamín y Juan Ramón Jiménez, para trazar breves semblanzas intelectuales, rebosantes de erudición y sentido del humor, seguidas de una extraordinaria selección, en versión del propio Serra, de sus más sabrosos aforismos. Con ello Serra busca esa «sabiduría mínima» que, mediante aforismos, o lo que él llama caprichos, fragmentos, epigramas, dichos, pensamientos, reflexiones o notas, nos abren la mente, cual «píldoras de Minerva», hacia otras perspectivas.
Efigies es un libro inusual donde convergen filosofía y poesía bajo «esa vieja forma de decir, misteriosa y poética» que Serra acierta a definir como «la solidificación del verso», al modo de un «monolito poético», casi místico, que jalona civilizaciones y culturas a través de los tiempos.