Su nombre, empero, correrá unido a las generaciones que jamás podrán olvidarlo, porque incesantemente será en el viejo pueblo de la Armengola murmurado por las aguas de ese río al que puso dique contra frecuentes turbulencias de sus ondas, la munificencia y el cariño que por su pueblo amado sentía el ilustre paisano. Abelardo. L. Teruel.