El Discurso de todos los diablos (al que también se dio por título El entremetido, la dueña, y el soplón) se vale de la narración, de la descripción y del ensayo para lograr un tratado original de incisiva filosofía política y ética. Dicen los críticos que, emparentado con una de las obras más importantes de su autor, Los Sueños, los aventaja en peso doctrinal y que ninguna otra refleja mejor lo que pensaba sobre la sociedad de su época. Pues para él no había mayor infierno que el de la sociedad humana.