«Así lo han descubierto, por ejemplo, las Madres Unidas contra la Droga, expoliadas más allá de cualquier bien, en lo suyo más íntimo, en sus propios hijos. Al tener a sus hijos como supremo valor, venden lo que tienen por salvar sus vidas de tanto destrozo. No hay cárcel que no conozcan, juzgado que no hayan pisado, enfrentamiento con policías, jueces, fiscales y políticos a quienes incansablemente tratan de evidenciar la destrucción paulatina o violenta a que están sometiendo a los jóvenes con sus medidas represivas.»
Enrique de Castro. Primero le llamaron «niño de Serrano», luego «cura rojo», después «cura protestante», ahora el «cura de los manguis» y mañana Dios dirá. Nació en Madrid el 10 de febrero de 1943 y fue ordenado en marzo del 72.