Uno nunca deja de descubrir Egipto. Para mí se ha convertido en un gigantesco puzzle, en el cual cada nueva pieza viene a arrojar un poco de luz sobre una historia de sesenta siglos y una sociedad de más de setenta millones de habitantes. Este diccionario es reflejo de ello: pasa sin solución de continuidad de Nasser a Nefertari, de los mamelucos a las momias, de la pirámide de Keops al Cuarteto de Alejandría...
El lector encontrará aquí ocasiones para vagabundear, al margen de los recorridos habituales, en compañía de personajes tan diferentes como Herodoto, Champollion, Pierre Loti, Naguib Mahfuz u Oum Kalsoum, que a lo largo del tiempo han intentado comprender, celebrar o encarnar el auténtico Egipto.
ROBERT SOLÉ