La soledad, el profundo sentimiento de culpabilidad y vergüenza, las continuas luchas entre la dicotomía de sus creencias religiosas y su homosexualidad le llevan desde el principio a escribir un diario, en el que poco a poco va vertiendo todo lo que lleva dentro y que ha estado reprimido durante años. Descubrirá que aquello de lo que esperaba escapar, se encuentra también entre aquellas paredes. A través de farsas, imposturas e hipocresías se impone la realidad de que la homosexualidad es algo habitual entre sus compañeros de comunidad hasta límites insospechados.
El desmoronamiento de sus creencias religiosas básicas, la contemplación de una realidad incuestionable, el surgimiento de un amor no buscado y las eternas preguntas con nuevas respuestas le conducen a la rebelión, hacia una evolución moral y personal inesperadas tras una larga crisis de identidad: se abre ante él un mundo distinto, en el cual la autoaceptación es simplemente el primer paso... hacia la libertad.