drama patrio , a su vez, ahonda en la guerra civil, revisitada no sólo con distancia (se escribe en 1964, como reacción a los «25 años de paz»), sino también, como afirma gil-albert , con el propósito de dejar constancia «de lo que he visto y he vivido, de lo que oí y pensé» en torno a la contienda; tres poemas complementan este texto, ofreciendo una cara más íntima de la época en que el autor regresó a España, en plena posguerra. En el último libro, los días están contados, gil-albert reunió varias crónicas sobre algunos referentes de su particular universo, desde Visconti u Ortega y Gasset, hasta una reflexión sobre el hombre y el mundo en que le toca vivir, como proyección de una preocupación más honda: el paso del tiempo.
Estos tres libros fueron publicados anteriormente, cada uno por separado, por Tusquets Editores en la colección Marginales: memorabilia, en 1975, drama patrio, en 1977, y los días están contados en 1974, los tres en vida del autor. Ahora, el presente volumen nos devuelve la admirable prosa autobiográfica de gil-albert , «el gran memorialista», como afirmó el poeta Juan Luis Panero, «de tantas páginas imprescindibles».