La antesala estaba vacía. Casi completamente abandonada a su más fiel luz del día. Sin embargo, el silencio iluminaba un pequeño rincón, alejado del dolor que supone convivir con la nada. Excéntrico sentimiento de una soledad entregada a una locura inocente. El círculo mágico que siento dentro de mí te está esperando. ¿Te atreves a entrar?.