El depositario de todos estos relatos es Jakob Meisl, un misterioso estudiante de medicina de Praga dispuesto a demostrarnos que «los profesores de historia que enseñan en los colegios y los señores que escriben los libros de historia no saben ni entienden nada», que el relato histórico suele olvidar la parte humana y mágica de nuestra existencia y que la verdadera literatura es, gran parte de las veces, mucho más real que la propia historia.
Publicada por primera vez en 1953, poco antes de la muerte de su autor, De noche, bajo el puente de piedra está considerada unánimemente la obra maestra de Leo Perutz uno de los grandes narradores del siglo xx, admirado por escritores tan dispares como Graham Greene, Ian Fleming o Jorge Luis Borges y una de las mejores novelas históricas de la literatura universal.