A medida que nos vamos adentrando en la lectura de la obra asistimos al progreso de Ana María: de ser una adolescente sensible, indefinida y descontenta de sí misma, llega a convertirse en una joven autónoma, con criterios propios, encarando una personal vida de mujer.
Podríamos afirmar que esta obra es, en cierto sentido, un tratado de psicología femenina en el que hallamos toda la profundidad de un verdadero estudio y toda la amenidad e interés de una vida concreta con intensidad.
Desfilan ante los ojos del lector los problemas de los adolescentes en general: relaciones con los padres, conflictos sexuales, educación sentimental, amistades, estudios, porvenir, vida religiosa, etc. El tiempo no ha hecho perder interés a estos diarios.