Oraciones del corazón, para escuchar el pulso de la propia vida. Oraciones de bendición, para estar cerca de otras personas con buenos pensamientos. Oraciones del ciclo anual, para aprovechar el ritmo del tiempo. Oraciones del silencio, para preparar un espacio salvífico para el encuentro con Dios. Oraciones sin palabras, para entrar en el ámbito interior del silencio.