El trabajo de rastreo y selección resulta oportuno e impecable, y su resultado es de una belleza que sabrán apreciar tanto los lectores aficionados al mar como los que se conforman cada cual tiene sus gustos, y en materia de gustos no me meto con mantener asentados los pies en una tierra firme que, lamento ser aguafiestas, no es en realidad tan firme como parece.
Mar y marinos, peripecias, aventuras, reflexiones, vida y muerte en los escenarios sobre los que el hombre navega y escribe desde que existe su memoria. Una forma estupenda de adentrarse en la vasta, inmensa geografía de la literatura naval. ARTURO PÉREZ-REVERTE