Carl Djerassi, a su vez un refugiado de la Austria de Hitler, dramatiza un diálogo entre estos cuatro inmensos intelectuales en el que se discuten asuntos de fraternidad, identidad religiosa y herencia, y también revela aspectos de sus vidas -en especial las relaciones con sus esposas- que a menudo han sido ignorados, mal entendidos o frivolizados.