Hace unos años lei Cuadernos Americanos,del escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne. Se trataba de una serie de apuntes donde el autor registraba a diario, con breves textos, todo lo que lo emocionaba, estremecia, sorprendia o apenaba. Me propuse entonces hacer lo mismo partir de mi propia escritura: el dibujo. Y asi fui registrando, cada dia, aquello que me impactaba; y lo traducia en sentimientos de tristeza, angustia o dicha como una manera de aliviar el alma. A veces sentia que al dibujar, a modo de conjuro, alejaba para siempre lo que me perturbaba.Ahora estoy leyendo un libro sobre la vida de Robert Schumann. Aprendi que su musica era muy distinta a lo que se componia en ese tiempo pues en cada obra el reflejaba sus sentiminetos convertidos en lenguaje musical para entenderlos, para tratar de asimilarlos.Creo que a mi me sucede algo parecido. Mis dibujos no valen tanto por su expresion estetica o su armonia sino por esa medula de revolucion interna, por el compromiso que desean asumir. Me entiendo como un periodista, como un hombre que transita por la vida y se deja conmover por sus hermanos para estar mas cerca de ellos, para denunciar los abusos o para alegrarse con las cosas bellas que a veces los humanos sabemos generar. De alli que el dibujo sea para mi una cuestion vital, respiracion del alma, aquello que veo, no con los ojos del cuerpo sino con los de mi interior, como un relampago misterioso que ilumina lo que juzgo esencial del mundo que me rodea.Asi, como mis dibujos, aspiro a der un testigo observador, despierto, fraterno.