Según Jean Baudrillard, el resorte principal de la sociedad moderna debe localizarse en la esfera del consumo y en el sistema cultural en general y no, como se ha pensado durante mucho tiempo, en la esfera de la producción económica. Al igual que sucede con la producción artística, intelectual y científica, la cultura se produce como un signo y como un valor de cambio. En la sociedad moderna el consumo define las fases en las que los productos son generados como signos y los signos como productos.
Esta colección de ensayos continúa con los problemas planteados en El sistema de los objetos y La sociedad de consumo también publicados por Siglo XXI a la vez que propone un análisis de la forma del signo tal como Marx buscaba un análisis de la forma del producto en su crítica de la economía política: el producto como valor de uso y como valor de cambio y el signo como significante y significado. El autor analiza estos dos niveles enfrentándose a todos los obstáculos semiológicos que se encuentra para concluir realizando una crítica de la economía política clásica tan radical como la que hizo Marx.