Son los Consejos a los jóvenes escritores el libro de cuentas de un prestamista, una guía de inversión literaria: la literatura como producto de mercado, artículo de consumo. Y, en este juego del mercado, el burgués debe estar presente: seducción del burgués, primera premisa. Baudelaire se nos adelanta en el tiempo vislumbrando la entrada del mercado salvaje en la vida marital del libro y el autor. «Si el burgués está complacido, vivirás afortunadamente autor. Se inicia así una transformación, el autor empieza a parecerse cada vez más a aquello que más detesta. Tendrá preeminencia la razón sobre la inspiración, y el trabajo diario, mercantilizado, productivo, eficiente para procurarla.» Baudelaire