Iba a resultar muy difícil saber quién estaba jugando con quién...
Todo parecía indicar que Meredith se había ganado a pulso la reputación de mujer fría que la precedía. Cierto era que Josh nunca había estado con ella en la sala de juntas... pero sabía que en el dormitorio era inolvidable. Al fin y al cabo, ella lo había seducido mucho antes de que el trabajo se convirtiera en su único compañero de cama. Ahora él quería algo de ella. Sorprendentemente, fue Meredith la que dio el primer paso al sugerir que volvieran juntos a la escena de la seducción. Pero una vez allí, Josh se dio cuenta de que Meredith no tenía la menor idea de quién era él. Para ella seguía siendo sólo el mujeriego con el que había perdido la virginidad...