Esta obra recoge Las Confesiones de san Agustín, consideradas por lectores y estudiosos como uno de los clásicos más importantes de la espiritualidad occidental desde su publicación hasta nuestros días. En ellas han visto un exponente autorizado, fidedigno, del modo como los cristianos de cultura principalmente mediterránea y, luego, centroeuropea han entendido y llevado a la práctica la repercusión de su credo en la vida.
Las Confesiones, en concreto tres, constituyen un diálogo con Dios, cuya misericordia, providencia y esplendidez reconoce, confiesa y alaba Agustín. Son también un testimonio simultáneamente personal, apostólico y doctrinal dirigido a los fieles de la Iglesia católica.
En su tiempo, en la Edad media, en la época contemporánea y, quizá más que nunca ahora, san Agustín es la personificación por antonomasia de la inquietud humana: la ha sentido como pocos, la ha identificado y puesto por escrito, ha buscado y hallado el único camino que podía llevarlo a la paz. Agustín siente inquietud por encontrar la verdad y el amor, percibe el rumor de Dios en su corazón de hombre para que le encuentre y se realice en Él, alcanzando la misma felicidad divina. Esto es, precisamente, lo que hace que le hayan definido, con razón, «el primer hombre siempre actual».