La Ley Orgánica de Educación incorporó al currículo las competencias básicas, que son los aprendizajes que se consideran imprescindibles, las competencias que debe haber desarrollado un estudiante al finalizar su escolaridad obligatoria y que le permitirán lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta y profesional de una manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida. De acuerdo con esto y en el marco de la propuesta de la Unión Europea, se han identificado ocho competencias básicas, entre ellas la competencia matemática. ¿En qué consiste la competencia matemática? En la habilidad para utilizar y relacionar los números, las operaciones básicas, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento matemático, tanto para producir e interpretar distintos tipos de información como para ampliar el conocimiento sobre aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad y para resolver problemas relacionados con la vida cotidiana y el mundo laboral. A nuevos objetivos, nuevas prácticas. Es lo que ofrece el presente libro: la renovación de los procesos de enseñanza del cálculo y su acercamiento a la metodología que utilizan los países que ofrecen mejores rendimientos en las evaluaciones internacionales.