Los autores describen cómo la relación de las empresas con el medio ambiente no es completa hasta que no se considera la gestión de riesgos ambientales como puros riesgos operacionales. Riesgos que, además de producir daños, también pueden tener unos impactos económicos significativos para las empresas. Tampoco el mercado financiero escapa a la regulación ambiental, pudiendo ésta causar perjuicios importantes a las entidades financieras que provén de créditos y participan con inversiones en la futura ejecución de diferentes proyectos empresariales de variada envergadura. Con un estilo divulgativo, pero con todo el rigor técnico que esta disciplina requiere, los autores, mediante explicaciones y numerosos ejemplos prácticos, pretenden introducir en el concepto de riesgo de forma amena y técnicamente consistente. Hay que resaltar que se trata de una obra dirigida a empresarios en el lenguaje de los empresarios, con un enfoque ?economista? del medioambiente.