Pero los seres humanos sí. Las personas pueden pasarse la vida en un estado de permanente autoengaño. Son capaces de sabotear sus relaciones sentimentales, hacer fracasar sus empresas y esquivar una y otra vez el éxito cada vez que se presenta. Y todo esto, sin tener la más remota idea de lo que están haciendo y por qué.
¿Y por qué razón se convierte una persona en su peor enemiga? ¿Por qué dice una cosa y hace otra? Simplemente, porque desconoce sus auténticos deseos y necesidades. Entender el proceso de autosabotaje es el primer paso para empezar a vivir sin trampas ni angustias, sin culpar a los demás ni sentirnos culpables. De hecho, en esta vida sólo podemos ganar si dejamos de sabotearnos a nosotros mismos, ya sea aplazando decisiones o exigiéndonos una perfección tan alta que resulta inalcanzable.