Argumento de Como si Nada.
No me gusta corregir lo que escribo, salvo detalle de estilo, porque creo, como Valera, que cada escrito, a su cierre, representa un momento irremplazable del pensamiento que sólo con otro escrito puede corregirse. Hay en esta concepción de la escritura un mucho del sentido mágico de la decisión propio del obsesivo que en este librito, titulado, un poco a modo de conjuro, COMO SI NADA, se veía además triplicado: escrito a marchas forzadas, no como prueba de fuerza, sino a fuerza de dudas, por no quedar ya más tiempo para cumplir el plazo de una prueba, acabó convirtiéndose en una especie de metanoia.0