Ese que está, medio en sombras
contra el celeste del muro,
crea como una alegre
tonada sobre lo oscuro
con el frío y el invierno
que afloran de pronto adentro:
breves notas son mis notas,
y las escucho contento.
Interior, Virgilio Giotti
Virgilio Giotti (Trieste, 1885-1957) vivió en Florencia en la primera década del siglo XX donde frecuentó a artistas y literatos. Tras la primera guerra mundial, ya de regreso en Trieste, abrió un local de diarios y revistas populares, después fue inspector de asilos, empleado de la municipalidad y, finalmente, trabajó en las oficinas de sanidad. Fue gran amigo (y rival) de Umberto Saba. En 1941 aparece la primera edición de Colores. La edición ampliada, prácticamente una recopilación de su obra completa escrita en dialecto triestino, fue publicada en 1957, pocas semanas después de la muerte del poeta. Los apasionados escritos de Mario Fubini, Pier Paolo Pasolini, Gianfranco Contini y Cesare Segre han colocado a Giotti entre los máximos poetas dialectales italianos del siglo XX. Como ha escrito Cesare Segre, en Giotti «el dialecto no es un instrumento útil para la regresión a la infancia, tampoco una veleidad populista; es un modo de expresión refinado, de una pureza entre horaciana y leopardiana».
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