Pedro J. Domínguez construye con un relato sobre la crisis personal que casi todos sufrimos en algún momento de nuestra vida.
Trabajo en una oficina pero no soy Supermán. El traje me queda justo y la braga roja me aprieta. Pero necesito volar. Quiero saber hasta dónde puede llegar un... caraculo...
Oriol está en el bordillo de la azotea de su empresa vestido de Supermán. Ha decidido saltar al vacío porque está convencido de que su vida es una mierda. Es la tercera vez que intenta suicidarse. Su existencia se empezó a complicar cuando su compañía contrató a Karine, una atractiva francesa.
Oriol, casado y en plena crisis de los cuarenta, quedó fascinado por ella y perdió las riendas. Pero esa solo fue la primera de una serie de malas decisiones que culminaron con el descubrimiento de que su mujer estaba teniendo una aventura. Después de todo eso no puede más que sentirse como todo un caraculo subido a una cornisa mientras sopesa por qué merece la pena dar un paso atrás.
En clave de fino humor, el autor nos muestra que los seres humanos somos eternos soñadores y que lo único que no podemos conseguir es engañarnos a nosotros mismos.