Hay en Bilbao un café,
donde vienen los poetas
a dejar su pensamiento
libre, como una gacela.
Ni es el café de Chinitas
ni el de Gijón, ¡ya quisieran!
Aunque el nombre esté en francés,
bilbaíno es, de excelencia.
Y os diré, que allí los martes,
a eso de las siete y media,
se dan cita en su tertulia
los amantes de las letras.