La vida de Zoe es un desastre: trabaja para una agencia de azafatas, un día en el Salón del automóvil y otro en el del queso disfrazada de gruyere, y su novio está parado y se pasa el día en el sofá viendo la tele y tirándose pedos. ¡Pero esa vida se tiene que acabar! O eso es lo que Zoe piensa cuando un día y por casualidad conoce a un tímido y estrafalario escritor que vive encerrado en su casa.